TRABAJO ANUAL 2021
LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD
Tabla 16 de Solitarios de Córdoba
Grupo: Caballeros, Damas, Escuderos, Damitas.
Integrantes:
Oscar Oliva
Mario Magnani
Stella Pablos
Alejandra Meneses
Nancy Del Pino
Olga Luna
Santiago Abrutsky
Mónica Peñaloza
TRABAJO 2021
Cuando todo parecía resuelto, nuestros encuentros, nuestras salidas, la libertad de viajar y
visitar familia y amigos, y…
De pronto el mundo se detuvo. Un pequeño virus paralizó todo el planeta.
¿Quién hubiera imaginado?
Paró la economía, paró la contaminación, paró las miserias y nos guardamos por temor.
Todo esto nos abrió los ojos y el corazón, nos dimos cuenta del verdadero valor de las cosas,
de cuáles eran las prioridades.
Sentimos que nuestra familia era el planeta, no teníamos diferencias de razas, religiones, ni
economía. Todos viajábamos en el mismo barco.
Empezamos a valorar la tierra realizando nuestra huerta, comenzamos a escuchar el canto de
los pájaros y a sentirnos felices de compartir con quien estábamos, y con nuestros compañeros
que una vez a la semana nos uníamos con la ayuda de don Zoom. Una experiencia
enriquecedora, un desafío para aprender.
Vivir la soledad como un encuentro con nosotros mismos, largos silencios.
Tareas manuales que llenaban el alma.
Años de enseñanza, dejando cosas superfluas, el desapego de cosas materiales. También nos
dimos cuenta que la salud reemplazó el dinero, y que el darse era lo más importante.
Conectarse para sacar una sonrisa a quienes estaban solos, escuchar a los afectos.
También con dolor vimos las desigualdades en el mundo.
Los océanos, las fronteras se borraron y fuimos una sola unidad.
Ahora me detengo… En este momento y reconociendo el aprendizaje:
¿Cuáles son mis posibilidades?
Ahora, aquí, y con lo que tengo, ¿Cuáles son los límites de mi libertad y mi responsabilidad?
Dejar mi pequeña realidad para mirar la realidad más amplia.
Cada vez que ejerzo la libertad me pregunto profundamente: ¿Es necesario lo que hago?
¿Aporta algo a mi entorno?
Reflexiones:
• Nada me detenga, nada me turbe. Ama… ama hasta que no tengas fuerzas.
• Deja tu pequeña realidad y vuela alto para volver al mundo con otros ojos, con otra
mirada.
• No hay virus, no hay soledad, no hay incertidumbre: ¡Vive!
LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD
Mientras más observo, escucho, pienso y estudio a mí misma y al entorno me doy cuenta que
libertad y responsabilidad se comprenden desde el estado de conciencia de cada uno. Hay
tantas formas de ver y vivir la libertad y la responsabilidad como tantos estados de conciencia
existen. Muchas veces confundimos libertad y la responsabilidad con libertinaje. ¿Porqué?
La libertad implica respeto: por mí misma (la limosna comienza por casa) y por ende incluye no
sólo al otro, sino todo lo que hay en nuestro entorno: animales, plantas, piedras, agua, sillas,
mesas, ropa, et…
El hecho de pertenecer a Cafh me lleva a ejercer mi derecho a la libertad y esto implica asumir
la responsabilidad (responder a.) de los Votos dados.
Como dice el Primer Principio Fundamental”: el ejercicio de la libertad (se refiere a la de los
miembros de Cafh) consiste en cumplirlos (dice de los Votos dados) con Fidelidad”.
Responsabilidad y libertad van de la mano, ya que el ejercicio de la primera desarrolla la
expansión de la conciencia: dando una comprensión más universal del mundo y de la vida.
Al tener Conciencia y Voluntad, (la conciencia se va expendiendo en la medida del
desenvolvimiento espiritual) determina la responsabilidad de: actos, pensamientos,
sentimientos, palabras y el acto volitivo encamina hacia este sendero de desenvolvimiento
elegido por amor.
Un ejemplo del día a día: Unos niños que viven en la misma cuadra de mi casa, algunos
entrando ya a la adolescencia, cuyos padres son amigos de lo ajeno unos cuantos de ellos se
drogan, molestaban a diario: tirando piedras, cerrando las persianas de las ventanas que dan a
la calle con violencia, insultando a los gritos a cualquier hora del día y de la noche.
Un día me senté y reconocí que estaba cansada hasta el hartazgo de estos hechos, respiré
hondo varias veces, tranquilizándome.
Observé la situación: observé a los niños, a los adolescentes, a sus padres y a mí misma. Sólo
observé. Cuando terminé sentí paz.
Salí de casa me encomendé a los Maestros, a los Ángeles para que pusieran en mi boca las
palabras justas y necesarias y que mis modales fuesen los adecuados.
A pocos metros estaban los papás sentados en la vereda, con algunos de los niños. Me acerqué
tranquila por dentro y por fuera. Saludé: Buenas tardes. (no hubo respuesta sólo se miraron
entre sí guardando silencio).
Entonces resuelta pregunté: ¿Por favor, puedo preguntarles algo? Uno de ellos respondió con
un murmullo, se notaba sorprendido: sí señora.
Dije: ¡gracias! Lo que quiero preguntar es lo siguiente: ¿yo les molesto en la puerta de sus
casas? ¿rompo cosas y las dejo tiradas para que ustedes las limpien? ¿les tiro piedras? ¿los
insulto cada vez que nos cruzamos? (después de cada pregunta hacía una pequeña pausa y
continuaba con la siguiente, sinceramente estaba sorprendida de mí misma, me desconocía).
Empezaron a bajar la vista y a moverse inquietos ante mis preguntas. Seguí segura y tranquila
diciendo: por favor me gustaría me miren a la cara y me digan si yo los molesto.
Uno de ellos me miró con cierta timidez y desconfianza a la vez, respondiendo: No, usted no
nos molesta. Otro de ellos mirando el suelo, con tono de enojo preguntó: ¿a qué viene todo
esto?
Con actitud firme y segura respondí: porque las pedradas de sus hijos han roto el vidrio de una
de las ventanas, otro está rejado y lastimaron a 2 de mis mascotas que estaban en el patio de
mi casa. Ahora tengo que cambiar los vidrios y ya llevé a mis perras al veterinario para que
sean curadas. La verdad el dinero no me sobra, como creo que a ustedes tampoco. Mi punto
es: ¿si yo no los molesto, porqué sus hijos sí lo hacen y ustedes padres lo permiten? Ya que
tenemos que vivir aquí, pues convivamos con paz y tranquilidad, así de simple. Esto es a lo que
vengo. Repito yo quiero paz y tranquilidad sé que ustedes también por eso vengo a pedirles
que sus hijos no molesten más. Ahora pregunto ¿es eso posible sí o no?
Se miraban entre ellos nerviosos y en silencio y volví a preguntar ¿Es posible sí o no vecinos?
Bueno los veo indecisos, los dejo para que dialoguen entre ustedes. Uno de ellos sólo asintió
con la cabeza.
Saludé: ¡Muy buenas tardes y gracias por su atención! Les di la espalda con tranquilidad a
pesar que dos de ellos mientras yo hablaba sacaron sus armas y las pusieron en sus piernas.
Resultado esos niños no molestaron más. Este hecho como tantos otros en mi vida, me ayudan
a saber cuál es mi libertad y por lo tanto mi responsabilidad, el amor a este sendero me ayuda
a tener las ideas claras (por las dudas aviso que no siempre), con hechos concretos y
sentimientos acordes. ¿A qué me refiero con esto?
Simple: OBSERVÉ a esos padres y a sus hijos atentamente, lo que me hizo darme cuenta que
ellos decidieron elegir ese estado de vida, ahora yo no soy una santa, ni de cerca, también
tengo mis errores; entonces no tengo porqué parar la nariz para mirar desde arriba a nadie,
aunque sus decisiones me desagraden. Su estado de conciencia les hace creer que están
ejerciendo su libertad, que considero es libertinaje.
Entiendo que debo respetar este estilo de vida más allá si estoy o no de acuerdo.
Sé que les sorprendió que alguien se pusiera con determinación frente a ellos, tampoco
recibieron insultos, no fueron mirados con desprecio, ni con odio. Eso fue lo que pesó en ellos.
Después me enteré porque una de las mamás me habló y fue un diálogo muy interesante, se
dieron cuenta que yo estaba poniendo un límite con mi actitud y mi pedido, PERO en ningún
momento fueron ni se sintieron maltratados ni con mi tono de voz, las palabras en la forma
como dije y enfrenté el tema, ni tampoco mi postura corporal. Se dieron cuenta que estaban
siendo respetados y NO se les tenía miedo.
Eso fue lo que percibieron y valoraron.
Me causó risa que esta mamá, como con miedo me dijera: Usted es rara, (asustada agregó con
rapidez) pero no le quiero decir loca, pero sí rara.
Ante mi risa ella se relajó.
Sigo por este sendero donde aún me falta mucho por ver, observar en mí misma y
experimentar. Un trabajo que no tiene fin, obvio también cambiar.
Ahehia Ote Hes.
LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD
Podemos ver desde el punto de vista de la Mística del corazón, que muchas veces nos
apoyamos en nuestra personalidad adquirida (nuestros deseos, de reconocimientos, triunfos,
apetitos personales, ya sea seguridad económica, etc.) y después de trabajar con estos
elementos ilusorios, logramos descubrir que es necesario desapegarnos de esa personalidad
corriente y así comienzo a valorar un tesoro muy valioso para mí que es el Trabajo Interior.
Todas las herramientas que nos ofrece CAFH la meditación, las enseñanzas, lectura espiritual,
examen retrospectivo, nos conducen a la unión sustancial con la DIVINA MADRE.
Aprendo que la vida se rige por una ley universal, la ley de la Renuncia. Acepto y amo la vida
como se me presenta, con humildad, con silencio interior, callando para conocerme en
profundidad y escuchando a los que me rodean con especial atención y sin prejuicios, sin
rótulos. Ante mí se despliega un mundo nuevo a cada instante.
Comprendo que para que lo DIVINO entre en mi corazón, en mi templo de Oro tengo que
hacer espacio. Tal como un cántaro debo vaciarme de lo superfluo, de lo que no está acorde
con mi vocación.
Esta actitud me da libertad y confianza en lo Divino, y por lo tanto Responsabilidad de lo que
pienso, siento y hago. Todo adquiere un significado nuevo, diferente. Una actitud de ofrenda,
respeto, y amor a todas las almas y a todo lo que existe.
RESPONSABILIDAD Y LIBERTAD
El Amor incondicional nos trae siempre de regreso al sentir del corazón y nos invita a infinitas
posibilidades para transformar eso que nos genera sufrimiento y que se puede llevar a otra
conciencia.
Sabemos que estamos de paso por la vida, entonces trabajemos con nuestra conciencia por la
conciencia mayor.
Nuestra responsabilidad es tener presente con que actitud orientamos nuestras vidas.
Comprender nuestras dificultades y responder a los problemas y desafíos que la vida nos
presenta.
Pertenecemos a un todo mayor.
¡Con toda confianza y libertad aplastemos el egoísmo, con participación en el diario vivir!
Busquemos de sentir armonía en nuestras vidas y en todas las relaciones.
El futuro propio es también el futuro de la humanidad.
A veces se requiere de un gran esfuerzo y pareciera imposible pero que nuestra intención
siempre esté puesta en lo Divino.
COMO VIVO LA RESPONSABILIDAD Y LA LIBERTAD EN MI VIDA COTIDIANA
Tomo la Misión Anual 2021 para los miembros de Cafh. La misma expresa: “Desarrollemos
nuestra percepción. Imaginemos nuestra capacidad de percibir como una antena que capta
todo el ambiente sin juicio, sin intereses, sin deseos. Solo recibe la información que está allí.
Tomemos algunos momentos del día para procurar dejar de lado nuestro discurso y hacer
silencio para percibir qué sucede en nosotros mismos (en nuestro cuerpo, nuestras emociones,
nuestros pensamientos) y en nuestro entorno (en las personas, los grupos y el medio ambiente
que nos rodea). De esta forma podremos captar con profundidad el momento presente
dejando de lado nuestras intelectualizaciones, prejuicios y deseos. Esto nos da la posibilidad de
encontrar respuestas superadoras y vincularnos a un nivel en el que podemos reconocernos
como parte del todo.”
Tomo esta Misión para aplicarla a una experiencia que me ha tocado vivir hace unos días. Mi
cuerpo físico me ha avisado de algún desequilibrio en mi interior. Primero lo hace con leves
mareos, dolores musculares y cierto malestar estomacal. Pretendo no darme cuenta, no
escuchar. “Hay mucho que hacer, no hay tiempo para perder”. Las llamadas de atención de mi
cuerpo se hacen más notorias, necesita que me detenga, que preste atención. Finalmente, lo
logra. Los mareos, el dolor y el malestar se agudizan y ya no me permiten “ausentarme de mí
misma”. Primero hay resistencia, no aceptación, enojo…mucho enojo… Pienso: “esto no
debería estar sucediendo”. Busco la causa, externa a mí, “culpable” de ocasionarme este
contratiempo tan desagradable. Y ahí vienen los juicios como dardos venenosos lanzados en
distintas direcciones: “Los demás son egoístas, solo piensan en sí mismos y no prestan
suficiente ayuda”, “soy una tonta, no he hecho las cosas bien”, etc.
Todos estos mecanismos no me hacen sentir mejor. Los calmantes alivian un ratito y traen sus
efectos secundarios.
Y entonces… cansada de todo este “padecer” … lo suelto, lo entrego a la Divina Madre, al
Universo, a la parte más sabia y más pura de mí, a la que está conectada a la Fuente, para que
lo transmute en aprendizaje, en comprensión, en sabiduría.
Me corro del lugar de víctima sufriente, impotente. Me hago cargo. Tomo la responsabilidad
de mi experiencia. Me digo:” Yo misma he creado esta situación con mis pensamientos,
sentimientos, mis juicios y mis acciones. Yo soy la que se está haciendo esto a sí misma.”
“Gracias, querido cuerpo, por traerme al momento presente. Había estado distraída con las
cosas del mundo, pero ya he regresado”.
Puedo percibir esta realidad de otra manera y elijo utilizar mis recursos y herramientas para
sanar. La reactividad da paso a una respuesta consciente. Hay aceptación de lo que el
momento presente me trae. Mi pequeño yo se alinea con mi Yo esencial, con el que lleva la
Luz. Una serie de medidas prácticas consistentes en dieta, ejercicios y, por supuesto observar
el método de Cafh para aprovechar la propia energía, revierten la situación dolorosa y llega el
alivio, llega la paz.
“La libertad interior la conquistamos cada uno de nosotros en nuestro interior a través de un
trabajo sistemático y concienzudo sobre nuestro cuerpo y nuestra mente” (Método de Cafh,
11ª Enseñanza, Vivir en Libertad).
Siento una profunda gratitud hacia la Vida, que me conduce con firmeza e infinito Amor, a mi
desenvolvimiento interior. Gracias.