TRABAJO ANUAL

2020

GRUPO DAMAS Y CABALLEROS

TABLAS 175 

DE PEREIRA

 

 

 

EXPERIENCIA ESPIRITUAL EN

 ÉPOCA DE PANDEMIA

 

Pereira diciembre 2020

TRABAJO ANUAL

2020

 

EXPERIENCIA ESPIRITUAL EN 

ÉPOCA DE PANDEMIA

 

DAMAS

ANA MARIA LONDOÑO

MARIA JUDITH GIRALDO M.

CLAUDIA OCHOA C.

MARTHA VALOIS

BERTHA LUCÌA ZAPATA 

 

CABALLERO

JORGE OSWALDO CASTRO

 

TRABAJO ANUAL AÑO 2020 

                                          

EL AMOR EN TIEMPOS DE COVID

INTRODUCCION:  

Este trabajo anual del año 2020 ha sido inspirado por el covid 19, así como ha inspirado a muchos que, afectados duramente en su salud, en su economía, en su bienestar y en el de sus seres queridos, han visto la cara amable de la crisis por las bondades que trajo consigo, desde la naturaleza bastante deteriorada, como hasta para llegar a ampliar nuestras percepciones de lo que somos, del mundo y de la vida.   

Así como como ésta no ha sido la primera, tampoco será la última situación extrema a la que tenga que enfrentarse el hombre y nuestro planeta, no sólo por el proceso natural evolutivo del cual somos parte inherente en la transformación de las especies, sino también por causa de la intervención directa del mismo humano, que  a través de sus decisiones y acciones encaminadas   cada vez más, a  satisfacer o cubrir sólo sus intereses o los de unos pocos, generan inequidad, injusticia y desigualdad con las trágicas consecuencias que ya todos conocemos.  

Reconociendo la dolorosa pérdida de vidas humanas que se suman cada día y la aterradora situación de los que están siendo atendidos en las clínicas y hospitales y el temor que nos invade al ver las limitaciones de la ciencia para paliar su afectación, nos hace reflexionar acerca de nuestra fragilidad frente a lo que creemos que somos y hemos sido capaces de superar. De otro lado se puede decir que esta pandemia ha sido una de las más duras y graves por cuanto nos ha llevado a todos, sin distinción, a poner un alto en nuestra vidas, obligándonos a parar de un solo giro. Las  actividades que estábamos acostumbrados hacer, transformando nuestras vidas abruptamente, generando incertidumbre y miedo a lo nuevo desconocido y forzándonos a cambiar el formato  que muchas veces, no correspondía ni a nuestras libres elecciones, ni a nuestro verdadero espíritu,  pero que al fin y al cabo, era lo que creíamos nos daba un sentido de la vida,  falso, pero sentido al fin y al cabo.  

Esta detención obligada nos ha hecho reflexionar mucho, pues la prisa en la que nos manteníamos no nos permitía ver sino una parte de la realidad, que aun cuando corresponde a la realidad es sólo una pequeña porción del contexto total de la vida. 

Este pare inesperado y a la vez abrupto nos sacudió la cabeza, el corazón y el espíritu a muchos de los que nos encontrábamos dormidos o sumergidos en un letargo egocéntrico. Nos ha hecho despertar para mirar hacia nuestro interior y encontrarnos frente a frente con esa pequeña, pero a la vez gran miseria a la que siempre temimos reconocer y a la que sabemos que tenemos que enfrentar tarde o temprano para lograr transmutarla y permitir develar la bondad y la luz proveniente de nuestro origen divino. 

Dejar que el espíritu se superponga a la materia, dejar que el AMOR se exprese y que cada vez se expanda más hasta cubrir a todo lo que nos rodea.    

Según los datos de la historia, la humanidad vive en constantes períodos de crisis, las cuales se presentan en diferentes lugares del planeta, a veces en varios países o territorios o más grave aún, al mismo tiempo, en todos los lugares, como nos está sucediendo en estos momentos.  

Estas crisis han sido desencadenadas por distintos factores como se ha visto: algunos de tipo económico, otros por conflictos sociales, muchos otros también por diferencias ideológicas y/o disputas de territoriales y hasta por catástrofes naturales o desastres ecológicos, que la han dejado en las más infrahumanas condiciones para vivir. 

Sin embargo, la capacidad del hombre para superarse y recuperarse de todo lo que le sobreviene y perjudica es tan asombrosa que nos lleva a pensar que le acompañan características sobrenaturales.  Pero no, no existen tales super poderes, ni pócimas mágicas, ni capacidades supra humanas, las que lo han movido desde su más insipiente origen. El instinto que empuja a la conservación de las especies; ese inconsciente deseo de Ser que lucha por mantenerse vivo por sobrevivir y prevalecer, está movido por una fuerza que sin ser sobre natural es indescriptible e indefinible, pero que es real y es la fuerza del A M OR. 

Teniendo en cuenta las apreciaciones de muchos, incluidos nuestros compañeros de camino, familiares, amigos y hasta las personas con las que  jamás habíamos cruzado más de un “buenos días” o  un empobrecido”! Hola,!” hemos querido ir un poco más allá de la reflexión personal  y ponerla por encima, de si el covid 19 ha sido bueno o malo para la humanidad, ya que las respuestas serían innumerables, tanto como para los que lo maldicen como para los que reconocen en él la panacea que  necesitaba el planeta para su concientización, la transformación de nuestro pensamiento acerca del sentido de la vida y su misión en este mundo.  

DESARROLLO: 

A continuación, exponemos los principales aprendizajes de esta experiencia de la pandemia y el mensaje que nos deja a la humanidad, donde cada uno de ellos nos llevó a comprender al otro, permitiéndonos concientizarnos  de que pertenecemos a una misma humanidad , que vivimos en relación y de que cada cosa que hagamos o dejemos de hacer como parte de esa única humanidad, afecta positiva o negativamente a todos: 

1.Somos en red: estamos comunicados más de lo que imaginamos. 

Aunque lo sabíamos teóricamente, ahora lo hemos experimentado sensiblemente. Todos los seres humanos estamos vinculados unos a otros y a un “todo” mayor que es nuestro planeta, del cual depende nuestra vida.

La expansión del virus venció todas las fronteras raciales, étnicas, culturales, sociales, políticas, y de género. Llegó a todas las naciones y pueblos del mundo.

 Resulta inquietante considerar siquiera que el supuesto manejo descuidado en un mercado de animales en Wuhan, China, se haya convertido en una tormenta global sin par, que ha segado, y amenaza seguir segando la vida, de cientos de miles de personas. 

  1. La Responsabilidad por nuestros actos: Todo lo que somos es lo que hemos creado

Nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, también influyen y por lo tanto se incluyen en este compromiso con nuestra trascendencia y participación en nuestra sociedad.

Podemos contribuir a la solución de los problemas sociales con nuestro propio cambio, esto ya es un logro grandísimo. Mientras se dan las grandes decisiones y se nombran líderes, cada granito de arena que aportemos servirá para el fortalecimiento de nuestro entorno, por más pequeño que sea.

  1. Nuestra posibilidad como seres humanos se plasma cuando servimos y cuando trabajamos para el bien común:

La experiencia que estamos viviendo nos ha demostrado que se han salvado vidas gracias a las disposiciones generosas de quienes, abriéndose a las necesidades de los demás, actuaron para proteger o aliviar a quienes han estado afectados por la enfermedad, el hambre o por factores de riesgo.

La crisis actual nos ha permitido constatar que es de vida o muerte actuar en colaboración para alcanzar propósitos comunes.  

Un factor positivo en medio de la crisis es que se estrechan los lazos de solidaridad, se comparten bienes y, sobre todo, se descubre que podemos ser felices disfrutando del ámbito familiar sin muchas actividades fuera de la casa.

  1. Ser honestos con nosotros mismos:  es aceptar la verdad

 No es posible negar o relativizar los efectos devastadores causados por la pandemia produciendo cientos de miles de muertos a lo largo y ancho del mundo. Tampoco se puede desconocer que la cuarentena obligatoria y la suspensión de las actividades económicas agravaron el hambre, ya endémico en el mundo, y las penurias de millones de personas.

Igualmente, no es posible ocultar las frecuentes y gigantes catástrofes naturales que viene acarreando el calentamiento global. Y encontrar las verdaderas causas que lo han llevado a este punto por nuestras decisiones políticas, económicas etc.  

El rechazo de estas incontrastables realidades nos pone delante de uno de los dramas de la sociedad contemporánea: La incapacidad de aceptar la verdad de los hechos por defender intereses particulares. Lo que se lleva de un solo tajo la posibilidad de cambio.  

5.Encontramos respuestas al buscar en nuestro interior, nos liberamos de apegos y nos abrimos al otro. 

La quietud por las largas horas de detención, propiciaron la inspiración llevándonos por un recorrido hacia nuestras propias reflexiones, comprendemos que: 

Las transformaciones que son necesarias para no retornar a la anterior “normalidad” pueden lograrse si son impulsadas y animadas por personas y grupos renovados desde su interior. Esta es una realidad que está surgiendo y que es de esperar que logre consolidarse; es una transformación espiritual que se ve presente y en marcha por todo el globo terráqueo, aunque con distintos enfoques y con múltiples referentes. 

Su denominador común es el cultivo de la interioridad y esto se logra en el silencio y en la meditación que de allí proviene.

CONCLUSIONES

El amor en todas sus expresiones pasa por cada uno de estos aspectos del ser humano pues es parte de él mismo, actitudes generosas, manifestaciones compasivas, sentimientos de unión y fraternidad de verdadera amistad y camaradería, provienen de un descentramiento de sí mismo y de una interioridad liberada de apegos a lo propio, que se abre para dar sin esperar y sin guardarse nada. Esto poco apoco se logra abriendo el corazón para que la mente nos dé una lúcida percepción de lo que somos como personas y en consecuencia florece y se establece un nuevo tipo de relaciones con lo todo lo que nos rodea, hasta lo más insignificante cobra importancia y se hace trascendente. 

Esta nueva percepción y relación podemos llamarla espiritualidad y entenderla como la capacidad de abrirse amorosamente al otro, a la naturaleza y a Dios, siendo su mejor expresión la generosidad y su consecuencia, la realización.

 

ANA MARIA LONDOÑO 

Dama Solitaria tabla 175

 

 

 

TRABAJO ANUAL 2020

 

E N S E Ñ A N Z A S   DE LA   P A N D E M I A

Los hijos y las hijas de CAFH hemos nos hemos acostumbrado a reunirnos periódicamente ya sea en las sedes o en lugares destinados para estos propósitos, casas de retiro, hogares de otros hijos etc., donde nos integramos de manera física y además de las reuniones reglamentarias, practicamos el trabajo en equipo y aprendemos otras de las facetas de la integración social como la tolerancia, la comprensión, la solidaridad etc. Se viven estos momentos de amistad espiritual compartiendo una energía que queda impregnada en los lugares donde nos reunimos y da fuerza a otros seres que lleguen posteriormente. Esa manera esa hermosa energía no solo circula entre los hijos e hijas, sino que se expande a los alrededores mejorando los espacios circundantes potencializando nuevos estados de conciencia en otros seres que son tocados por ella.

Acostumbrados al beso y al abrazo, a la camaradería, de repente el devenir nos trae un pequeño y diminuto virus que trastoca el mundo conocido en un lugar distinto. Los hijos debemos alejarnos de los lugares habituales de reunión, de nuestras sedes que tanto queríamos y cuidábamos con amor y esmero.

Se hace necesario comunicarnos por medios audiovisuales y aquellos a quienes les hacía tanta falta el contacto físico y las actividades presenciales, llegan a sentirse desolados y temerosos de perder el impulso que los animaba a desenvolverse.

Es entonces el momento en que los hijos e hijas reactivan en su interior las enseñanzas, el reglamento, el método y todo el compendio de la doctrina y el ceremonial de nuestro camino. Comprende que es el momento de aplicar toda la sabiduría de nuestras enseñanzas; trabaja intensamente la renuncia, la resiliencia, la participación. El hijo y la hija sabe que no es el momento para medias tintas; comprende lo gigante de su tarea para con sigo mismo, con las almas, con el planeta entero y el universo.

Llega así a la comprensión total de su predestinación sellada por los votos de silencio, fidelidad, obediencia -o los que haya dado hasta el momento-.

Se adquiere una nueva dimensión de vida. Comprende que algo está sucediendo en el planeta, que se aproximan cambios trascendentales en todos los niveles. Se hace cada vez más consciente de nuestra misión en el plan de evolución universal y que para   realizar esa misión es imprescindible desapegarse de su personalidad corriente, de su historia personal, de su egoísmo y de su egocentrismo pues la humanidad lo necesita. Necesita de su oración constante, de su participación desinteresada, de su amor egoente, sin límites, entonces transforma su vida y su hogar, la sencillez, la humildad, la simplicidad lo acompañan.  Asiste a las reuniones y actividades con mística y devoción renovadas. Siente la reunión de almas tan vívidamente como si estuviera en la sede porque su casa se ha convertido en una sede de Cafh, en ese lugar maravilloso lleno de energía que ilumina todo su entorno. Su hogar se ha convertido en un portal de descarga de energía de la gran corriente. Esto hace al hijo más responsable de su método de vida naciendo en su interior el estado de oración permanente y meditación esto le da la fuerza suficiente para irradiar amor a todas las criaturas y a la humanidad entera.

Pero esto no sucede como por arte de magia: 

Desde principios del  siglo pasado se empezó a notar la creación de varios caminos de desenvolvimiento espiritual que aportaban nuevas enseñanzas –aparentemente nuevas- que develaban aspectos de sabiduría que habían estado ocultas a la mayoría de los seres y que eran reservadas a personas  aparentemente privilegiadas o  “predestinadas”, enseñanzas que creaban controversia y censura porque distaban mucho de los sistemas tradicionales  religiosos y espirituales de la época y en especial de occidente. Estas enseñanzas guiaban al alma al amor y a la participación, a alejar de nuestra vida la separabilidad teniendo una visión más universal.

Don Santiago crea nuestro camino CAFH en un momento crucial en el que la humanidad requería de manera urgente el conocimiento y la aplicación de la renuncia pues los dogmas religiosos y culturales impedían el avance evolutivo de la humanidad que se requería para dejar fluir los cambios venideros. Don Santiago lo dice muy claramente en el curso mensajes I- 1.948 Sed extranjeros_ “Calle vuestra voz para que llegue el mensaje, el mensaje del gran día que está por llegar” También en Vida espiritual de Cafh nos habla de los grandes cambios que se aproximan.  En ese orden de ideas podemos pensar que  Cafh fue creada  para a la humanidad para este momento, para que a través de la práctica de las enseñanzas y herramientas (oración, meditación, método de vida) fuéramos adquiriendo el cuerpo de fuego, la llama tripartita que no se extingue y que se expande por la intención y el amor, creando un radio de estabilidad que atrae la energía cósmica, el poder de la gran corriente  y la disemina a su alrededor creando  en las almas la mitigación del dolor  y fortaleciendo la necesidad de transformarse. 

Y si en cada hogar cada hijo e hija sucede lo mismo, estamos creando una masa crítica de transmutación de energías densas en energías más sublimes facilitando así niveles evolutivos más sólidos con vibraciones más elevadas dando paso a la formación de un planeta más armónico donde el respeto por la vida sea prioritario, donde el amor una a todas las  personas con todos y con el todo, cuidando permanentemente lo todos los recursos que nos han sido dados para nuestra subsistencia y vida plena; y es que la renuncia que es presencia participación y reversibilidad aplicados en la cotidianidad nos lleva irrevocablemente a ese  estado. Por la vida en presencia el hijo no siente miedo porque tiene la seguridad de que la humanidad vive múltiples procesos y que cada momento pertenece a uno de ellos; se vive la participación con todas las almas sabiendo como muchas de ellas viven esos procesos con dolor. La reversibilidad lo hace fuerte pues la certeza del cambio continuo en todos los aspectos de la vida y de la naturaleza nos llevan poco a poco al estado y lugar que corresponde a cada ser en beneficio de su evolución.

Sin embargo, el conocimiento de estas leyes inexorables no convierte al hijo en un ser insensible ante el devenir. Muchas cosas nos siguen sorprendiendo positiva o negativamente por nuestra condición humana seguimos teniendo emociones creadas por nuestra mente racional y una historia personal cultural y genética que podría decirse que por momentos puede agobiarnos; pero el hijo y la hija ha creado automatismos con las herramientas aprendidas y practicadas por tantos años, las utiliza de manera inmediata logrando la transmutación efectiva de todas las vicisitudes de la existencia en la tierra. Somos alquimistas que transmutamos el plomo en oro, los materiales groseros en materiales sublimes para hacernos dignos de la unión sustancial con la Divina Madre y por la participación con la humanidad ella también llegará a lograrlo.

 

MARIA JUDITH GIRALDO

Dama Solitaria Tabla 175

 

TRABAJO ANUAL 2020

MI EXPERIENCIA DE VIDA EN LA CUARENTENA:

Poco antes de iniciar la cuarentena, mi vida dio un giro de 180°. Los cambios políticos de la entidad en la que me encontraba trabajando, anunciaban mi próxima deserción forzada de la vida laboral. 

 Estaba en una ciudad ajena, llena de responsabilidades y próximamente a ser una  desempleada, hasta que llegó una oportunidad increíble a mi vida y encontré la posibilidad de convertirme en emprendedora.

Eso me llevó a aprender muchas cosas nuevas y desarrollar nuevos talentos que me permitirían impactar de manera positiva en la vida de muchas personas. Decidí asumir el reto y enfrentarme al temor que generan los cambios y el iniciar nuevas rutas en la vida, hasta ahora inesperadas.

Un momento de profundo cambio y transición a todo nivel, no solo para mí, sino para toda la humanidad, me llevó a vencer muchos miedos, a trabajar como nunca en mi ego, a relacionarme con personas increíbles y a generar desarrollo personal y habilidades que aun desconocía en mí. 

Es así, como un momento de reto para toda la humanidad se convirtió en una gran oportunidad de generar nuevos aprendizajes y reinventarme.

En medio de esta experiencia de vida, he aprendido a desarrollar una mentalidad positiva y a ser flexible y permeable a los cambios. 

Hoy recibo información renovada a través de las lecturas, los audios y los entrenamientos que recibo a diario, y aprovecho a la par, el crecimiento espiritual que esconde esta decisión, que transformó mi vida en forma radical.

Hoy quiero invitar a todas las personas que lean esta narración a que identifiquen la oportunidad que se esconde detrás de las llamadas crisis y, sobre todo, el contenido espiritual que se desprende de todos los aprendizajes que surgen de esos cambios aparentemente forzados que nos lleva a asumir la vida en muchos momentos. Pienso que siempre hay un propósito oculto detrás de esos cambios y la adaptación y flexibilidad que podamos tener ante esas circunstancias serán las herramientas claves para facilitar este aprendizaje

 

CLAUDIA MARIA OCHOA

Dama Solitaria Tabla 175 

 

Trabajo Anual 2020

 

EXPERIENCIA ESPIRITUAL EN TIEMPOS DE PANDEMIA

 

Quizás no entendíamos que somos red, quizás no entendíamos lo interconectados que somos, no sabíamos que en alguna parte en el oriente de nuestro planeta se estaba gestando algo microscópico que pondría en evidencia lo vulnerables que somos, de cómo consciente o inconscientemente participamos de un destino común, de darnos cuenta de los efectos de nuestra presencia en la tierra.

 

Buscamos culpables, mas todos como humanidad somos artífices del devenir de nuestro planeta, todos de una u otra manera somos responsables.

A través de la red de comunicaciones que tenemos, rápidamente se extendió la noticia de la expansión viral con cientos de teorías de su origen, de su naturaleza, de si era natural, artificial, si fue un accidente, si fue un proceso biológico, con connotaciones de todo tipo, de pronto nos encontramos ante teorías científicas, conspiratorias, políticas, o religiosas.

 

Queríamos explicar la realidad de un modo u otro, creer en una cosa u otra, entender, conocer, pero cada vez estábamos más confundidos en medio de esa maraña de mensajes. 

Mas, acudieron a nuestra mente las diez palabras del desenvolvimiento CALLAR Y ESCUCHAR, que nos llama al silencio con una actitud abierta y expectante, con los nuevos conceptos sostenidos por alfileres porque son rápidamente cambiantes.  Al callar y escuchar podemos discernir entre tanta información qué es coherente, qué favorece el bien común, qué tiene sentido, qué fuentes son confiables y principalmente, qué aprendizaje viene con esta experiencia. 

Empecemos por no hacer juicios apresurados, por desarrollar el amor compasivo, la solidaridad, tener cada vez más presente la renuncia, la aceptación, buscando cada vez más la inmovilidad interior, escuchando sin prejuicios, sin reducirlo a cifras, a lo anecdótico, viviendo con la serenidad que podemos, a la luz de nuestras enseñanzas, eventualmente llegar a la comprensión como individuos, como sociedad, como habitantes del planeta y con esa claridad, trazar nuevos caminos.

 

Del callar y escuchar nace el RECORDAR, registrar, validar, tomar consciencia, COMPRENDER, evaluar permanentemente lo que pasa, distinguir nuestras opciones, establecer prioridades, respecto a lo social, al uso de los recursos, a la solidaridad, a los cuidados en salud, a discernir las consecuencias de nuestras decisiones. Comprender nos lleva a acatar las recomendaciones de los expertos, a ubicarnos en el contexto de la situación, al asumirla con comprensión y responsabilidad participamos con la totalidad, le damos un sentido trascendente y apoyamos la labor de los dirigentes. 

Miremos la obra interior que estamos llamados a hacer y la obra exterior desde nuestras posibilidades para nuestro entorno cercano y para la humanidad, apoyando en todos los aspectos que podemos.

 

Así se transforma en SABER, éste nace en nuestro interior y se manifiesta como coherencia interior-exterior. Ese saber se manifiesta en nuestro actuar prudente, en la fortaleza con que vivimos y lo que transmitimos, al acompañamiento que damos, al Consuelo, en la forma positiva y sistemática con la cual respondemos a la situación cambiante.

 

Esta fuerza interior nos lleva a QUERER, querer vivir en la Luz, en el amor compasivo, en el no juicio, en el darnos, en libertad interior, con aceptación.

 

Al vivir este querer nos lleva a OSAR, osar vivir conscientemente, ser creadores de nuestros pensamientos, de nuestra decisión de cómo queremos vivir esta experiencia, pese a todo lo que nos pueda suceder sin desvirtuar nuestro destino espiritual. Aventurándonos a explorar lo desconocido que esto nos ha traído, sin JUZGAR, sin prejuicios, sin juicios subjetivos, desde la ecuanimidad, desde la libertad interior. Separados emocionalmente, permitiendo que cuando pase, quede la fortaleza de una experiencia vivida desde la renuncia.

 

Esto nos lleva a OLVIDAR, a la renuncia de sí mismo, a olvidarnos de la importancia personal, que nos lleva a sentir que lo que nosotros estamos pasando es lo más importante, a dejar de lado la rigidez con que sostenemos nuestras opiniones, esto nos ha mostrado lo ilusorio de las seguridades, de los privilegios, los bienes materiales, la salud, la muerte. Nos ha mostrado que es imposible escapar de la incertidumbre de la vida. Desapegarnos de esas ilusorias seguridades con que hemos vivido es olvidar. Vivir cada día con la libertad interior que nos da la renuncia a nosotros mismos, con nuevos significados, generando nuevas vías de desenvolvimiento.

 

El olvido resultado de la renuncia a si mismo nos lleva a TRANSMUTAR, que es trabajo en equipo, participación plena, validar, cooperar, ayudar, incluir, ampliar puntos de vista, esta transmutación es el aporte inmediato que podemos dar a la humanidad en estos momentos de crisis extrema.

Transmutar cierra el proceso sintetizado de las nueve primeras palabras. 

En síntesis, reemplazar el enfoque personalista con el que vivimos, por una conciencia de participación universal, es una de las grandes propuestas que muy directamente nos muestra esta pandemia. 

 

Crece lo que se alimenta, si alimentamos estas diez palabras nos estamos comprometiendo positivamente con el destino de la humanidad, para que logremos formar una masa crítica, que nos lleve a un modo de vida en unidad armónica con todos nuestros hermanos humanos, con este hermoso planeta, con todos los seres que lo habitamos y con su Divino Creador. Sin olvidar que el aporte a la humanidad es mi propia transformación que ahora se expresa en la forma como vivo esta experiencia.

 

Martha Valois

Dama Solitaria Tabla 175

 

TRABAJO ANUAL 2020

VIVIR CONSCIENTEMENTE

Qué es vivir conscientemente y cómo lo relaciono con el momento que estamos viviendo?
De acuerdo con el curso VIVIR CONSCIENTEMENTE, nuestra elección fundamental es qué hacer con nuestra vida.
El día 15 de marzo de 2020 nos vimos confinados todos los seres humanos a permanecer en nuestras casas.

Sabía que había en la China un virus que estaba matando a la gente, escuchaba las noticias y las sentía tan lejanas que nunca imaginé que nos fuera a afectar. Muy pronto el virus estaba en Italia y el contagio no daba tregua, nos informaban día a día de los muertos que enterraban y que sus seres queridos no podían enterrar.

En este momento empecé a tomar conciencia de lo que estaba ocurriendo y de la forma tan acelerada cómo se contagiaban unas personas a otras. En poco tiempo el virus empezó a extenderse por España con las mismas consecuencias que en los otros dos países.

No había asimilado esto, cuando ya el mundo entero estaba confinado en sus casas.

El mundo estaba horrorizado sin saber cuáles eran las medidas que se debían
tomar ni cómo se iba desarrollando la enfermedad.

Los gobiernos no sabían cómo actuar y poco a poco iban haciendo y corrigiendo errores que otros países habían cometido.
Fue como una sacudida que nos dieron para decirnos: es hora de despertar, están con los ojos vendados, es hora de que sepan quienes son ustedes, de que sepan que son una unidad, de que siempre están interrelacionándose, de que nunca ha estado separados.
Es hora de que sepan que somos en participación, y que solo colaborando todos, logramos paz y bienestar en el mundo.
Entonces me pregunto: si nuestra ELECCION fundamental es qué hacer con nuestra vida, todas las demás elecciones por insignificantes que parezcan las debemos hacer con total conciencia pensando siempre si es para bien de todos y para conseguir un mundo mejor.
Empiezo a estar atenta, a observar qué tan conscientemente soy del momento que estoy viviendo.

Descubro cosas que las daba como un hecho, como si las mereciera. Es tan fácil abrir una llave y saber que ahí está el agua fresca, abundante, limpia como si todo el mundo la tuviera; tan fácil ver como entra el sol por la ventana, lo mismo que el aire puro que respiro. Entrar a mi hogar sin temor a que lo tenga que abandonar, con las comodidades de la electricidad y el gas para cocinar. Todas estas cosas las tenían y daba gracias por ello, pero profundizando más me pregunto: ¿será que he participado con los seres que no tienen acceso a lo mínimo para su supervivencia? ¿Me he dispuesto a ofrendar un acto, un pensamiento, un día como una forma de participar con ellos?
He tomado conciencia de que mi vida común y corriente la puedo trascender y darle sentido?

¿Necesitamos estar encerrados, vivir una situación que no habíamos jamás pensado para saber quiénes somos, qué sentido tiene nuestra vida?
Cerraron los templos de todas las religiones en el mundo entero, cómo no saber que nuestro recinto más sagrado está en nosotros mismos, cómo no disfrutar de su Divina Presencia en cada instante, cómo no saber que no necesitamos ir a ninguna parte para saber que somos seres divinos.?

Vivir conscientemente es vivir en la Divina Presencia, es vivir el aquí y el ahora.
He visto pasar bandadas de loros todas las mañanas, he visto golondrinas haciendo círculos al amanecer, he visto amaneceres llenos de colores, desde el naranja pasando por el magenta y rosado con todos sus matices, a veces grises presagiando lluvia y a veces azules en todo su esplendor.
Son muchas las cosas que han cambiado en el mundo, ya nada es igual. La vida se volvió más simple al dejar de correr como locos en busca de cosas que considerábamos necesarias y solo servían para acumular y para que trabajáramos más. Nos dejábamos absorber de la sociedad de consumo que no tiene límite y éramos esclavos inconscientes.
Esta pandemia, yo diría bendita pandemia, que nos ha hecho hacer un parate para que nos demos cuenta de quiénes somos en realidad.

Nuestros Maestros nos han dicho que somos seres divinos viviendo una experiencia humana, nos han dado un método, nos han dado herramientas para trabajar en nuestro desenvolvimiento y sin embargo, ¿hemos puesto nuestra voluntad para lograrlo?
Yo diría que tenemos que evaluarnos con toda honestidad para saber si estamos viviendo en la Divina Presencia.

Pero ¿qué es vivir en la Divina Presencia?
Es encontrarnos con la vida a través del instante presente.
Me propuse estar atenta a mi relación con mis seres queridos y me he dedicado a escucharlos cada  vez que se dirigen a mí. Hago un pare y me acomodo sin afán, los dejo hablar sin que yo los interrumpa para que puedan expresarse libremente. 

Ha sido un ejercicio que me ha demostrado lo importante que es escuchar a las personas.
Otro ejercicio maravilloso que aprendí, es disfrutar de la cocina. Preparo los alimentos sin afanes, sin prisas pensando en todas las personas que participan para que llegue el alimento a mi mesa. Pienso en sus trabajos, en sus madrugadas, en sus largas jornadas esté lloviendo o haciendo sol, en su cansancio y pienso también en la tierra que nos proporciona el sustento a todos sus hijos. Veo la variedad de colores, de sabores, de olores a nuestra disposición y no puedo menos que dar gracias por todo lo que nos brinda nuestra Madre Tierra.

Agradezco con el corazón centrada en la infinita sucesión de instantes.
En el momento que estamos viviendo ha habido un gran despertar de la humanidad, hay cadenas de personas orando y meditando para hacer de éste, un mundo mejor.

 La ofrenda incondicional de nuestros Delegados organizando charlas, haciendo Retiros, dictando conferencias para que nos abramos al cambio es muy esperanzador para todos los seres y es mucha la responsabilidad que todos los Hijos tenemos.
No sabemos qué sigue, lo único cierto es que el cambio es permanente. Solo nos queda vivir conscientemente en el aquí y en el ahora.

Bertha Lucía Zapata Mejía
Dama Solitaria Tabla 175  

 

TRABAJO ANUAL 2020

TODO SOBRE LA CONCIENCIA

En estos momentos históricos de la humanidad 2020 se matizó un evento sin antecedentes, la pandemia por covid – 19, a pesar de que la tierra ya había pasado por otras pandemias. 

Sin antecedentes porque la comunidad perteneciente a la raza humana de este siglo vivíamos como inmortales, arrogantes, indiferentes, aislados unos de otros a sabiendas del sinnúmero de conflictos sociales, culturales, económicos, religiosos, ecológicos, de convivencia, de segregación racial o minorías y de sexos, etc. 

El imperio de los sentidos en confabulación con la sociedad de consumo se ha adueñado de nuestra existencia, obnubilando nuestra percepción de lo fundamental, diluidos en una viscosidad enfermiza de una realidad ilusa. Esta oleada de modas y de estilos de vida fantasmagórico nos ha afectado a cada uno de nosotros en distintas maneras y difícilmente nos hemos detenido a pensar si toda esta horda de ofertas tiene o dan sentido real a nuestras vidas.

 A merced de sus colores centellantes y crisis emocionales de estas marejadas posesivas, caemos en el abismo zozobrante de la incertidumbre, no nos hallamos con nosotros mismos, hay un sentimiento de vacío interior agobiante y, con una actitud cómplice, nos acallamos. 

Más crítico es considerar la verdadera dimensión de esta problemática de toma de conciencia, de la forma cómo afectan la existencia de las generaciones emergentes: niños, adolescentes, adultos jóvenes levantados en esta realidad rampante y postiza, ajenos a un punto de referencia de lo que son las prioridades fundamentales del ser.

 El aislamiento forzoso ha restringido a estos individuos al ámbito plano de sus hogares cuyo regente es un portátil o un computador minando los instantes de verdaderas relaciones humanas. Ese artefacto de comunicación llámese celular, tableta o portátil se ha transformado en un aliado impersonal de nuestra juventud que lo han adoptado como esencial para sus vidas, cambiando sus hábitos básicos, como horarios de comida, de ejercicios físicos, instantes de interacción familiar, de dormir e incluso de la manera de responder a sus necesidades fisiológicas, mucho menos contar con espacios de actividades lúdicas o saludables para el espíritu. 

Lo evidente salta a la luz, nos estamos dejando alienar por los frutos de la civilización enferma. 

Estamos viviendo otro aspecto de la realidad, la otra cara de la misma moneda, para la cual no nos habíamos programado, con la pandemia respirándonos en la espalda y con el riesgo de ser afectados y con el temor incierto de morir, con sinsabores de incredulidad e incertidumbre nos alistamos a improvisar cómo nos acomodamos en esta nueva cara de la realidad, lidiando con  problemas ya vigentes y que se han tornado más notorios como los económicos, sociales, de estabilidad emocional,  como también, las crisis de poder de los diferentes estamentos de los gobiernos del mundo. 

Lo que ha emergido es una realidad maquillada desde atrás, grisácea, atenuada por las luces de lo ilusorio, que ya palpitaba con todo ímpetu, a la espera de explotar en frente de nuestros rostros, fingiendo sorprendernos ante su presencia en el seno cómplice de nuestras percepciones, consecuencia innegable de una conducta muy humana de inconsciencia o cinismo viviendo de cualquier manera.     

En el medio que nos desenvolvemos, la percepción de la verdadera magnitud del problema de la pandemia se ha visto notablemente perturbado por la política de información deliberadamente distorsionada y paradójica de las redes sociales, generando confusión, más incertidumbre, incluso angustia de no saber a quién creerle, o poder identificar un referente idóneo o confiable o alguien que posea la verdad, no lo hay. 

Con todas estas facetas de la realidad, ante tantas versiones de un mismo problema el conflicto interior existencial es ineludible. ¿Qué hago desde mi interior para armonizar la realidad y de la forma como la percibimos? ¿A qué nueva dinámica desde mi interior debo recurrir para que emerja una nueva conciencia?

Se requiere una toma de conciencia profunda, ajustada al Devenir de la vida, donde todo es cambiante, lo imperante en toda la magnitud del universo es la impermanencia. Nuestros deseos, ilusorios por demás de no sufrir, de no enfermarse, de no pasar trabajos y de quizás, no morir nos muestran ese velo mental de lo ilusorio. 

Se requiere con alguna urgencia, una toma de conciencia que nos trascienda de nuestra frágil condición humana hacia una liberación interior auténtica es la clave para poder interpretar esta realidad, entenderla, aceptarla y conciliarnos con ella, poder entender que la realidad actual se puede interpretar como un evento cósmico de consecuencias insospechadas innegablemente acompañada de profundos cambios de transformación interior y exterior en la raza actual.

Armonizar nuestro ser interior con ese Devenir requiere toma fundamental de conciencia que nos concilie con lo desconocido, con la incertidumbre, con lo inesperado, con lo impermanente que es en esencia la realidad de la vida. 

Toma de conciencia, es ir más profundo en lo que consideramos el papel de la raza humana actual y escudriñar razones más amplias, que nos conecten con la dimensión divina que hemos ignorado por siglos y llegar a la inclusión de Dios y lo divino desconocido. 

Nuestro trabajo ascético y el ritmo con que lo apliquemos nos da la apertura hacia esa toma de conciencia que debe ser poderosa, practicando el silencio, la aceptación amorosa del devenir, ejerciendo reverencia por todos los fenómenos de la vida. Erradicar, sin duda alguna, el individualismo, viviendo la renuncia en su esencia más conmovedora, no siendo nada y uniéndonos a un Todo Universal, con un trabajo interior por participación sistemática.

Con una nueva identificación como almas de renuncia, apoyamos nuestra labor interior en la Fe Simple por encima de las creencias, dogmas institucionales y de la razón humana, nos avenimos a lo Divino.  

JORGE OSWALDO CASTRO A

CB Solitario Tabla 175